Directo al consumidor

“De la Tierra que Amo” ha optado de forma decidida por los canales de venta electrónicos  para la comercialización de sus productos. 

En España, donde la venta online no está todavía ampliamente desarrollada, la pandemia ha  generado un auge del comercio electrónico sin precedentes. Se estima que las ventas en los canales digitales se han incrementado en un 40% en comparación con 2019.

Los largos meses de confinamiento han familiarizado a muchos consumidores con los entornos  digitales suscitando nuevos hábitos de compra, una tendencia que seguramente se tornará irreversible cuanto más se prolongue la crisis sanitaria que sufrimos.

Entre las modalidades de comercio online, nos resulta particularmente atractiva la que se conoce como “comercio electrónico directo al consumidor”,  a través de la cual los agricultores podemos vender directamente nuestros productos a sus usuarios finales sin intermediarios.

Al llevar los productos directamente “del campo a la mesa”  podemos construir una relación inmediata con nuestros compradores finales que sería imposible en la distribución convencional.

Una experiencia personalizada

Esta interacción nos permite conocer de forma individualizada sus gustos y preferencias, y su grado de satisfacción en cada uno de los eslabones del proceso comercial, para ofrecer a cada uno de ellos una experiencia totalmente personalizada.  

Al mismo tiempo, esta relación directa hace posible trasmitir de manera detallada y completa los valores y compromisos de la marca “ De la Tierra que Amo”,  y los procesos de elaboración de nuestros productos.  La interacción entre nuestros cosecheros  y nuestros clientes nos ayuda igualmente a comprender sus motivaciones de compra, tanto de naturaleza racional como emocional.  

No en vano los consumidores son más conscientes cada día de los problemas medio ambientales y buscan comprometerse con proyectos como “De la Tierra que Amo”, plenamente involucrados en la defensa del entorno, las prácticas agrícolas sostenibles y la responsabilidad social.

Los clientes ocupan, en definitiva, el espacio central de nuestra actividad; pero aspiramos a ir más allá de una interacción meramente virtual. Queremos invitarlos a venir al campo y descubrir lo que hacemos y como lo hacemos;  conocer sus inquietudes y diseñar experiencias únicas basadas en sus gustos, intereses y  preferencias. 

¡Les esperamos!

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